ATE Junín

Asociación Trabajadores del Estado

“La nacionalización de Repsol YPF es un acto de soberanía nacional”

En diálogo con ACTA, el dirigente sindical español, ex secretario general de la Unión Sindical Obrera (USO) habla sobre la decisión soberana de recuperar YPF, el camino que falta recorrer y la necesidad de que los pueblos de Europa recuperen iniciativa para luchar contra la crisis capitalista más feroz de la historia.

¿Cuál es su opinión sobre la situación económica de Argentina?

Es evidente que la situación macroeconómica de la Argentina es envidiable, con una tasa de crecimiento creo que todavía del 8 o el 9%; pero no es menos evidente que los factores de redistribución social de ese crecimiento económico son todavía muy mejorables, que persisten situaciones de desempleo, de pobreza, de marginación, que no tienen sentido en un país tan exuberante, con tanta fuerza, con tanta riqueza y recursos naturales y con esa tasa de crecimiento tan alta.

Y ahí es donde yo creo que una organización como la CTA y cualquier organización sindical o social comprometida con la Argentina y con su gente, tiene que seguir proponiendo y presionando, para que el crecimiento económico y la exuberancia natural y la riqueza de este país alcance hasta el último de los argentinos, no sólo a ciertas élites o a ciertos sectores sociales.

Usted participó del Consejo de la reunión de Foz de Iguazú, ¿qué balance hace de ella?

Efectivamente, vengo del segundo Congreso de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas que se celebró en Foz do Iguazú, en la que había una importante delegación de la CTA, por cierto.

El valor del Congreso es inmenso por muchas razones: una fundamental, según me parece, porque era el congreso de una confederación sindical que abarca de Canadá a Tierra del Fuego, que representa a 40 millones de trabajadores organizados, y que refleja la unidad sindical, de todos los sindicatos y toda la clase trabajadora de las Américas. Eso es lo que le da ese valor más inmenso a ese Congreso, y luego que ese Congreso ha hecho una serie de propuestas para el crecimiento de las Américas, fundado en la justicia social, en el respeto al medio ambiente, a los recursos naturales, y en la primacía de los sectores más marginalizados, más socialmente castigados de las Américas. Es decir, el Congreso apuesta, igual que la CTA argentina, a que el crecimiento económico de América latina que es fabuloso en todo el continente, se redistribuya de manera justa entre todos los habitantes, esencialmente entre los trabajadores y los sectores populares.

En estos días hay un tema ríspido entre Argentina y España que es la estatización de YPF. ¿Cómo lo ve desde el punto de vista español, qué está pasando en España?

Yo no comparto esa afirmación, lo digo con afecto. La Argentina y España son entidades nacionales, sociales e históricas muy importantes. Repsol es una empresa privada, YPF ahora es una empresa pública, pero es sólo una empresa. Entonces no hay que confundir y asociar Repsol con España o YPF con Argentina, porque España son casi 50 millones de personas, Argentina más de 40, con vínculos históricos de sangre, de cultura inmensos después de siglos. Entonces que intereses empresariales, económicos, financieros, no nos enfrenten a argentinos y españoles porque no tendría sentido.

Yo no tengo nada contra la Argentina, al contrario, mucho cariño y mucho afecto. Y me ha dolido mucho en estos días que he ido a comprar un periódico español en algún kiosco de la calle Corrientes y algún desaprensivo maleducado me ha maltratado por ser español y le he tenido que decir: oiga señor, yo no tengo nada que ver con Repsol, ¿usted es el dueño de YPF? No, yo vendo periódicos. ¿Entonces por qué me insulta? Tengamos cuidado con esto: los pueblos no se deben enfrentar, tienen que ser solidarios, porque vivimos todos de lo mismo, de nuestro trabajo.

Dicho esto, yo como sindicalista español, he considerado y lo he dicho, otros sindicalistas españoles han dicho otras cosas, que la nacionalización de Repsol YPF es un acto de soberanía nacional de Argentina, que ese acto se desbordó entre otros hechos porque el ministro de Industria español con una gran torpeza salió hace dos semanas a amenazar explícitamente al gobierno argentino, sin darse cuenta que lo que hacía era facilitar la nacionalización porque no se puede amenazar a una gran nación, a un gobierno soberano con una presidenta brava como es Cristina Fernández.

Dicho esto, luego que resuelvan el problema, hay legislación argentina, española e internacional respecto al tema de nacionalizaciones. Sí me preocupa que toda esta algarada no acabe, y ojalá que no –está la CTA y todo el pueblo argentino para impedirlo- en una próxima reprivatización de YPF. O sea, si YPF ha sido nacionalizado es para ponerse al servicio de los argentinos, de su soberanía energética, de su autosuficiencia. Pero cambiar de un dueño de una supuesta nacionalidad española a otros de otra supuesta nacionalidad extranjera, Argentina habría hecho un mal negocio para el pueblo argentino Yo espero que eso no se produzca, pero les he aconsejado a los compañeros que estén vigilantes de esa posibilidad para impedirla. No tengo más para decir, es la soberanía nacional argentina que ha actuado, ahora tendrán que objetivar las compensaciones legales a que haya lugar, y después procurar que no vengan otros capitales especulativos extranjeros a reprivatizar YPF.

¿Cómo cree que se puede recomponer la relación entre los gobiernos de Argentina y España?

Yo creo que se está en esa fase. Llevo bastante tiempo fuera de mi país pero me voy informando y de las primeras torpezas que se cometieron en España, y por qué no decirlo, algunas torpezas que se cometieron en Argentina. Creo que es absolutamente innecesario ir directamente a las oficinas de Repsol, echar a los directivos españoles, lo diría igual si hubiese sido en Madrid que alguien fuera a echar con mala educación a directivos argentinos. Lo cortés no quita lo valiente decimos en España, seamos serios. Son problemas financieros, empresariales, pero el respeto de las personas debe quedar a salvo.

Creo que todo eso es ya del pasado, escucho declaraciones que buscan bajar la tensión por muchas razones. Porque empresas de origen español son los primeros inversores aquí en Argentina, entonces espero que no hagan el estúpido de recalentar con este tema de Repsol porque luego puede haber una larga lista donde la soberanía nacional argentina siga ejerciendo. Aquí hay muchos Bancos, hay telefónicas, aquí hay mucho. Por lo tanto bajemos la tensión, dialoguemos, recuperemos el cariño mutuo que siempre hubo entre Argentina y España, entre argentinos y españoles.

En ese mismo contexto hay una cita en España. La Cumbre Iberoamericana de noviembre, para celebrar los 200 años de la Constitución de Cali de 1812, que es la Constitución que abrió los procesos de independencia latinoamericana de España. Es una cumbre histórica, parece que el Rey español ya llamó a la presidenta Cristina Fernández para invitarla personalmente porque Argentina no puede faltar a esa cumbre. Porque si falta Argentina la cumbre queda medio rota. Hay un sinfín de razones para recuperar la cordura. El respeto, el diálogo. A partir de ese principio, que no me cuesta repetirlo, la soberanía nacional argentina existe y ha actuado, y yo le diría que a mí me gustaría ante esta crisis terrible que estamos padeciendo en España y en Europa, que la soberanía nacional española fuera más fuerte y tuviera más iniciativa, pero está casi castrada por esta globalización y por una Unión Europea en donde cada vez mandan más los mercaderes y menos los políticos o los gobiernos.