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Asociación Trabajadores del Estado

AAPM: Denuncian publicidades engañosas en medicamentos de venta libre con daños para la salud

El Instituto de Políticas de Salud de la Asociación Agentes de Propaganda Médica de la República Argentina (IPS-AAPM) realizó un informe sobre la “publicidad engañosa en medicamentos de venta libre con el ocultamiento de daños colaterales para la salud”. Asimismo presentó ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), la exigencia de suspensión de dichas acciones de marketing de la industria farmacéutica.

La presentación se basa en que “no respetan el derecho a la información sin considerar las consecuencias en la salud de la población y también violan diversas normativas vigentes” e “insiste en la necesidad de un monitoreo previo y no posterior sobre las estrategias farmacéuticas de publicidad que pueden resultar tardío o superfluo ante el cuidado de la salud colectiva”.

Entre el listado de publicidades de medicamentos analizados se encuentran Aspirineta, Ibupirac (Pzifer), Anaflex, Desenfriol, Aleve, Actron, Refrianex, Cefalex Dexibuprofeno, Stomacine (Omeprazol), BagoHepat y Bronquisedan, son algunos de los productos medicinales publicitados en venta libre con insistencia desde hace varios meses, sin advertencia de los efectos adversos al público destinatario del mensaje.

El Informe del IPS-AAPM “observa con preocupación el incremento de publicidades de medicamentos de venta libre, a través de los canales de televisión abiertos, las señales de cable, los medios audiovisuales y la publicidad estática de carteleras en la vía pública y en las estaciones de subterráneo, en momentos en que la propia ANMAT anuncia la disposición 2845/11, que crea el Programa de Monitoreo y Fiscalización de Publicidad y Promoción de Productos sujetos a Vigilancias Sanitarias.

Además de la reciente disposición 2845/11, también se están infringiendo la Ley 16.463 (artículo 19), las resoluciones 20/2005 y 62/07, y las disposiciones ANMAT 4980/05 y 1631/09 que advierten sobre la necesidad de proteger “los derechos e intereses de los consumidores y de los habitantes en general.

Las resoluciones y disposiciones precedentes imponen que la ANMAT debe hacer “respetar los criterios éticos que esta Administración Nacional, en su carácter de autoridad de aplicación, establezca”, afirma la reciente disposición 2845/11″.

En un estudio del Instituto de Políticas de Salud de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica plantea como ejemplos los casos la difusión de contraindicaciones y daños a la salud de:

*”Cuando acudimos a las “precauciones” indicadas para el Desenfriol Descongestivo, advierte en mayúsculas que no puede ser utilizado con ningún otro producto que contenga paracetamol y puede originar “daño hepático” si se consume en exceso. También “recomienda” acudir a un profesional en caso de mareos, insomnio, hipertensión arterial o un agrandamiento de la próstata.

* En el caso del antiinflamatorio Aleve menciona entre los efectos adversos los trastornos gastrointestinales, cefalea, náuseas, edema periférico, tinnitus, vértigo y puede causar reacciones alérgicas en pacientes alérgicos a la aspirina. Tampoco pueden consumirlo los pacientes que hubiesen manifestado alergia al naproxeno y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides.

* El Actron es también un antiinflamatorio y analgésico que no debe ser consumido por pacientes con hipersensibilidad al Ibuprofeno y también produce reacciones adversas gastrointestinales y su consumo en exceso conlleva vómitos, nauseas y calambres abdominales. También se ha informado de casos de visión confusa o disminuida y de descompensaciones cardíacas e hipertensión, por lo que Bayer recomienda su consumo con “especial cuidado”. Pero la advertencia no aparece en las publicidades, sino en el prospecto y en letras diminutas.

* En los últimos tiempos los usuarios del subterráneo han sido sometidos a un bombardeo publicitario del Anaflex, analgésico y aintiinflamatorio, que entre sus reacciones adversas menciona náuseas, mareos, erupciones en la piel, dolor de garganta, hinchazón en las manos y piernas, cambios significativos en la orina, en el gusto, la visión y la audición. Además puede provocar sensación de debilidad, zumbidos en el oído y ansiedad o depresión. Demasiadas advertencias ignoradas en un aviso publicitario de 30 segundos, aunque repetido durante jornadas completas, se convierte en horas de martilleo de una marca.

* El Refrianex Antigripal es de venta libre, pero el Refrianex Compuesto es de venta bajo receta. Sin embargo, su consumo es desaconsejado entre personas con hipertiroidismo, enfermedades prostáticas, con insuficiencia renal, hepática, enfermedades cardíacas o hipertensión arterial, diabéticos y aquellos que consuman antidepresivos. Tampoco debe ser consumido por mujeres embarazadas o en período de lactancia. Y el abuso conduce al nerviosismo, insomnios o mareos.

* En cuanto al Dexibupronfeno en las contraindicaciones se menciona es prohibitivo para alérgicos e hipertensos y tampoco debe ser consumido por quienes han padecido úlcera de estómago o duodeno, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, o enfermedades de los riñones y de hígado, si se padece de edemas, a de enfermedades del corazón, o de aumento de presión arterial, además de interrumpir o alterar el ciclo de fertilidad en la mujer.

* En el caso del Bronquisedan (bromhexina) que es recomendado en una publicidad a una mujer por un médico de ficción, mientras comparten la montaña rusa de un parque de diversiones, entre las contraindicaciones se menciona que “este medicamento puede causar daño al feto” y “usted debe consultar al médico, antes de usar este medicamento si está embarazada”. También advierte que “este medicamento pasa a la lecha materna” y que entre los efectos adversos “no habituales” según el laboratorio, figuran molestias gastrointestinales, urticaria, fatiga, nauseas, diarreas, vómitos, vértigos, agitación y dolor de cabeza. Además, hay una advertencia especial para quienes sufren de úlcera gastrointestinal.

* Hasta la popular Aspirineta, que para la mayoría de la gente es un medicamento inofensivo que se puede consumir libremente y es recomendado para decenas de síntomas, desde febriles a inflamaciones, puede producir alternaciones sanguíneas e irritación gástrica.

* Se cometen infracciones a las normas vigentes con las publicidades de medicamentos de venta bajo prescripción, como ocurre con el Viagra de Pfizer y el Voltaren de Novartis. El medicamento de Novartis para la artritis, viola además la obligación -como muchos otros- que el nombre de la droga figure en el estuche con el mismo tamaño y tipografía que el de fantasía, vigente en el país desde la promulgación de la Ley de Prescripción por Nombre Genérico”.

Peidro: “Es gravísimo”

“El objetivo de “convencer” y “estimular el consumo” admitidos por la ANMAT, es particularmente perjudicial en un mercado que desde la década del ´90 alienta el consumo irracional de fármacos y la automedicación, ya que en aquellos años, en que imperaba la lógica del mercado, se adoptaron desregulaciones destinadas a favorecer el mercantilismo empresario y la venta indiscriminada farmacéutica, sin consultar a los profesionales de la salud y a todos aquellos que desde siempre privilegiamos la salud pública y el uso racional del medicamento”, señala Ricardo Peidro, secretario General de AAPM y secretario Adjunto de la Central de Trabajadors de la Argentina (CTA).

Y agrega: “Desde la Asociación de Agentes de Propaganda Médica de la República Argentina ratificamos la necesidad de una política pública nacional para el Uso Racional de los Medicamentos en la República Argentina, donde los medicamentos por sus características propias y los graves riesgos que conlleva a la salud su mal uso sean responsabilidad exclusiva de los profesionales de salud”.

A su juicio, “es gravísimo que hoy en Argentina se consuman 165.000.000 millones de fármacos inducidos por la publicidad engañosa farmacéutica y por personajes mediáticos rentados sin ninguna responsabilidad legal frente a las consecuencias sobre la salud colectiva”.

Ante la reiteración de estos episodios, el Instituto de Políticas de Salud de la Asociación Agentes de Propaganda Médica insiste en la necesidad de un monitoreo previo y no posterior, que puede resultar tardío o superfluo, si partimos de la premisa contenida en los fundamentos de la disposición 2845/11: “Que en el caso específico de la publicidad o promoción de los productos sujetos a vigilancia sanitaria ese contexto involucra un proceso tendiente a convencer a prescriptores, dispensadores y usuarios de las ventajas o beneficios del producto con el objeto de estimular su consumo; representando, en consecuencia, un importante recurso de marketing en todos los eslabones de la cadena de consumo (elaboración, distribución, comercialización)”.

“Denunciamos formalmente ante el ANMAT esta situación y nos reunimos con su titular Carlos Chiale, para plantear la proliferación de publicidades de especialidades medicinales, que promocionan supuestos efectos beneficiosos a la salud y abonan la automedicación, pero ocultan los daños colaterales nocivos para la salud, cuando son ingeridas sin la prescripción y el monitoreo de un profesional de la salud. Esperamos que se tomen medidas urgentes sobre estos temas”, expresó José Charreau, Secretario de Acción Social de la Asociación Agentes de Propaganda Médica de la República Argentina (AAPM-CTA).

Fuente:  Equipo de Comunicación de la Asociación Agentes de Propaganda Médica (AAPM-CTA)