Por Hugo “Cachorro” Godoy.
El próximo 4 de agosto 240 mil trabajadores nucleados en la Asociación Trabajadores del Estado participaremos del acto eleccionario. A primera y simple vista podría verse como una mera disputa electoral al interior de un sindicato. Pero en este momento particular que vivimos los argentinos, entendemos que el acto eleccionario al interior de un organización sindical tiene otra implicancias.
Cuando se participa de un acto eleccionario se participa también de un acto de acción de trabajadores que ejercen libre y democráticamente su derecho a elegir las autoridades de su gremio. Es este país con fuerte consolidación del unicato, no es una práctica común ni habitual. Inclusive en muchos casos, cuando esto se ejercita, se posibilita también la intervención de factores externos al propio sindicato, y un ejemplo claro es lo sucedido en las últimas elecciones de la CTA.
Pero en ATE nunca se ha proscripto ninguna lista desde 1984, cuando a través de la Lista Verde ANUSATE, Víctor De Gennaro, Germán Abdala, Hector Quagliaro, encabezaron la recuperación del gremio para los trabajadores terminando con lo que hasta ese momento eran autoridades colaboracionistas con la última dictadura cívico militar. A partir de ese momento, recuperado el gremio, se decidió no utilizar más la intervención como modo de dirimir las diferencias internas, y posibilitar que en las elecciones participaran todas las listas que quisieran hacerlo.
O sea que las elecciones en ATE son una ratificación de la democracia como forma de intervención de los trabajadores en la vida política publica del país, y obviamente también en la vida interna de la definición de los destinos y proyectos que como trabajadores estatales llevamos adelante.
En segundo lugar, porque los trabajadores estatales somos eso: trabajadores. Hay una lucha cultural que desde el poder se ha llevado adelante en distintos momentos con diversas metodologías y conceptos, que tendiente a instaurar que no somos trabajadores sino servidores públicos, o servidores del proyecto de quien gobierna.
Ni servidores públicos ni del gobierno de turno, cualquiera fuera este: somos trabajadores que tenemos derechos, y defenderlos depende de nosotros mismos. Ejercerlos y obtener nuevos derechos requiere necesariamente fuerza organizada como trabajadores, y el acto eleccionario también posibilita esto. De ahí la importancia de la participación masiva en el acto electoral porque, sea quién sea que después resulte electo, su fuerza dependerá del apoyo masivo que haya tenido de los trabajadores, y del protagonismo que en su conjunto tengan posteriormente al día de la elección.
El acto eleccionario, entonces, también implica un ejercicio de la construcción de una relación de fuerza que cada vez sea más favorable para los trabajadores a los efectos de dirimir la disputa cotidiana que tenemos con nuestros patrones: el gobierno nacional, municipal o provincial, sea del signo que sea.
Y la tercera cuestión que también está en juego en una elección de trabajadores del Estado, es el modelo sindical. Hace pocos días vimos como un dirigente sindical estatal fue detenido cuando trasladaba una valija llena de dólares que según él mismo declaró, según los testimonios periodísticos, iba a utilizar para jugar al casino el fin de semana en Montevideo.
Ese es un modelo sindical total y absolutamente divorciado de la realidad de los trabajadores estatales, donde en muchos sectores del Estado nacional, municipal y provincial, se perciben salarios por debajo del mínimo vital y móvil, y en la mayoría por debajo de la canasta básica y familiar que es de $5.500 en este momento, para sostener a un grupo familiar de dos adultos y de dos niños. Es el mismo modelo de dirigente sindical que está asociado y organizado con otros: uno procesado por el asesinato de un militante cuando peleaba para terminar con la precarización laboral en los ferrocarriles; otro denunciado por presunta complicidad y participación con los servicios de inteligencia del Ejército; otro procesado por venderle medicamentos truchos a los propios trabajadores de la obra social.
Un modelo que, desde algunos sectores del Poder, se utiliza para generalizar o enchastrar a toda la dirigencia sindical, para negar la existencia de otro modelo y otras prácticas sindicales. Así como para preservar situaciones de bajos salarios, paritarias con aumentos de sueldos en cuotas, precarización laboral… El Estado es el sector con más precarización laboral que existe en nuestro país, contradictoriamente con nuestra Constitución Nacional y las leyes, y contra el propio discurso ejercido desde los gobiernos.
Ese modelo sindical que por un lado sirve para utilizar instrumentos, que alguna vez fueron de los trabajadores, en su contra. Y al mismo tiempo desprestigiar y negar la existencia de una masa importantísima de trabajadores organizados que desarrollan su actividad sindical de manera legítima y genuina en defensa de los intereses de la clase.
Por eso también en la elección de ATE va a estar en juego el modelo sindical. En síntesis, las elecciones del 4 de agosto son fundamentalmente la ratificación del ejercicio democrático como instrumento para profundizar los cambios que nuestro país necesita, con los trabajadores como activos protagonistas. Se fortalece nuestra capacidad de fuerza para discutir y resolver derechos y necesidades en la disputa cotidiana con nuestros patrones, que son los gobiernos de turno. Y porque también se pone en discusión, a nivel colectivo y masivo, un modelo sindical que en ATE se está implementando desde 1984. Expresado no sólo en la creación de un Estatuto absolutamente democrático y ejemplar, sino también en el aporte extraordinario que nuestra organización hizo para crear el mayor símbolo de esta perspectiva sindical en Argentina, que es la CTA.
Somos trabajadores, somos quienes vivimos a partir de nuestros sueldos, y quienes como tales pensamos y sentimos la necesidad de una sociedad más justa, más digna, con un pueblo más libre y más soberano. Desde estas perspectivas entendemos el significado que, para los trabajadores estatales, para los trabajadores en general y para toda la sociedad, tienen las elecciones de los estatales el 4 de agosto.
(*Secretario general de ATE y Agrup. Germán Abdala Provincia de Buenos Aires – candidato a secretario general adjunto de ATE nacional – lista verde ANUSATE)