ATE Junín

Asociación Trabajadores del Estado

A 31 años del Congreso Fundacional de la CTA

Fuente: Libro “Clase Trabajadora, nuestra historia”.

La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) es una central obrera, nacida a partir de la separación de un grupo de sindicatos de la CGT en 1991, disconformes con la posición adoptada frente al Gobierno de Carlos Menem.

Frente a este proceso de fractura y heterogeneización de la clase trabajadora, que contó con la anuencia y pasividad de la mayor parte de la dirigencia sindical ortodoxa, surgió una nueva organización.

Germán Abdala, Diputado Nacional y dirigente de ATE de Capital Federal, expresaba la necesidad de una ruptura con el pasado en los siguientes términos: “Mi visión hoy es que el Grupo de los Ocho y el peronismo disidente han cumplido una etapa, de la cual queda como autocrítica que no fuimos capaces de construir una oposición al modelo liberal – menemista desde adentro. Nosotros quisimos ser la conducción del verdadero peronismo, pero en esto hay que ser sinceros; hemos perdido. (…) Hay que construir una nueva alternativa popular en la Argentina que sintetice a todos los sectores. Un nuevo partido o frente que rompa con el bipartidismo”. El encuentro de Burzaco es el inicio de este proyecto.

Los debates fundacionales giraban en torno al modelo de organización sindical que permitiera enfrentar las políticas laborales, además de debatir alrededor de prácticas que permitieran democratizar las representaciones gremiales.

LOS 4 PILARES

Ese modelo sindical debía basarse en cuatro prácticas fundamentales que, en la visión de quienes las propugnaban, rompían con el viejo sindicalismo.

La primera de las prácticas enumeradas consistía en la autonomía sindical con respecto al Estado, los patrones y los partidos políticos. La segunda práctica remitía al establecimiento de la Democracia sindical que se expresaría principalmente a través del voto directo como mecanismo de designación de autoridades. En tercer lugar se reconocía la prioridad de promover la apertura del nuevo espacio a otros sectores de la sociedad, como canal de expresión de sus demandas, especialmente si estas provenían de quienes se encontraban excluidos del “modelo”. La última práctica que se mencionaba aludía a la revalorización de la ética gremial en rechazo tanto de actos de corrupción como de posturas que terminaran perjudicando la situación de la clase trabajadora en nombre de un supuesto pragmatismo como fundamento de la negociación.

El 14 de noviembre de 1992 se funda el CTA como Congreso de los Trabajadores Argentinos ante la presencia de 2600 Delegados, y se firma una declaración de principios en la cual se establecen las características organizativas que asumiría el nuevo nucleamiento sindical. De allí en más, los pasos dados se orientaron al logro de que ese nuevo espacio, cuya raíz se hallaba en los sindicatos, fuera reconocido oficialmente.

El Primer Congreso como Central se realiza en 1996, reúne 7 mil Delegados en el Luna Park. En consecuencia, el Congreso de los Trabajadores Argentinos pasa a denominarse Central de los Trabajadores Argentinos. Fue ratificado con la Resolución Nº 325/9 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que aprueba la inscripción gremial de la CTA en el año 1997.

La mesa provisoria que quedó conformada en ese encuentro fue integrada por: Cayo S. Ayala (SAON), Víctor De Gennaro (ATE), Mary Sánchez (CTERA), Eduardo Otero (Federación de Vialidad Nacional), Elido Veschi (Asociación de personal de Ferrocarriles), Eduardo Fernández Novoa (Federación Judicial Argentina), Pedro Wasiejko (SUTNA), Roberto Miller (SICA), Alberto José Piccinini (CGT – Villa Constitución), Edgardo Quiroga (CGT – San Lorenzo), Amancio Pafundi y José Zárate (Plenario de organizaciones de jubilados). 

De allí en más, los pasos dados se orientaron al logro de que ese nuevo espacio, cuya raíz se hallaba en que la Central fuera reconocida oficialmente. Logro recién alcanzado con la elección de autoridades nacionales por medio del voto directo en el año 1995. 

El Gobierno Nacional reconoce la Central en el marco de una fuerte presencia en las calles y en los barrios. Esto significó entrar en la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS) con la firme decisión de aportar a la unidad latinoamericana.