Rodolfo Córdoba informó que ya se confeccionaron las actas de proclamación de las nuevas autoridades y se enviaron a todas las Seccionales y Consejos Directivos Provinciales del país. Asimismo evaluó el proceso electoral del 4 de agosto y destacó la prolijidad con que se desarrollaron los comicios. Córdoba remarcó además que, en las últimas elecciones, se superó la media de participación histórica de los afiliados.
¿Qué particularidades tuvo el proceso electoral en ATE?
Las elecciones de ATE son una de las más importantes que se realizan en el ámbito sindical. Tanto por sus características (dependen del voto directo y secreto de los afiliados) como por su dimensión (votaron cerca 210.000 compañeros) son de las elecciones más grandes. Hay que considerar que se votó en todas las provincias del país y en cada una de las distintas seccionales. Se habilitó para ello una estructura de alrededor de 6000 mesas. Participaron dos listas a nivel nacional, pero si se suman todas las que participaron a nivel local suman alrededor de 70. Es tan grande la elección que se disputaron 11.200 cargos (contando los Congresales). Si consideramos que a nivel Seccionales y CDPs hubo varias listas, el número de candidatos fue varias veces mayor. A partir de estas cifras podemos decir que se trató de una elección compleja, similar a la de una provincia mediana.
¿Qué evaluación hacés de las últimas elecciones?
Hay dos evaluaciones que normalmente se hacen de una elección. Una desde lo técnico y otra desde lo político. Lo político es muy subjetivo. Desde lo técnico podemos decir que fue una elección bastante prolija. A medida que se van repitiendo los procesos electorales en el marco democrático hay más conciencia de la necesidad de ser mucho más prolijo. Esto permite poner más esfuerzo en que la democracia sea real y concreta. Para ello hay que abrir todas las posibilidades de participar. Creo que esto ha sido una constante en el gremio. Un ejemplo de ello fue la cantidad de listas que se presentaron, inclusive listas del mismo tronco original que conduce ATE.
¿Qué indicaría la cantidad de listas?
Para mí ese fenómeno expresa la apertura, en el marco de un proceso democrático, que dio la posibilidad de poder participar a distintos agrupamientos de compañeros. No lo podemos ver como un quiebre o una interna. Lo que pasó es que localmente hay compañeros que disputan sus propios proyectos, pero a nivel nacional la política del gremio está muy apoyada. Localmente el ímpetu de querer participar de distintos compañeros ante la apertura democrática hace que haya más de una lista, con ciertas características respecto de cómo conducir en lo local. Pero no hay en esas listas modelos antagónicos respecto a la política sindical que desarrolla el gremio. Y a pesar de cualquier circunstancia que puede haberse dado en alguna provincia, la elección fue bastante ordenada.
¿Hubo más participación?
Efectivamente, subió la media de participación. La media histórica siempre estaba en el orden del 30%. En este caso nosotros estuvimos casi en el 50%, más precisamente en un 49%. En el ámbito sindical la participación es muy importante. Es el ejercicio de la democracia, una cuestión que ATE viene impulsando desde la recuperación del gremio en el ‘84. El eje desde entonces fue la democracia interna, democratizar el sindicato. Y para que esto se haga efectivo hubo que ir más allá de la retórica. Para que se dieran las condiciones de ejercicio democrático y que los compañeros participen se tuvo que dar un proceso paulatino de apertura del sindicato, de adecuación de sus estructuras. Cuando se recupera ATE eran muy pocas las Seccionales, no había Consejos Provinciales, era un gremio de otras características y centralizado con una conducción que en lo sindical respondía a un aparato central. Las sucesivas modificaciones que se hicieron estatutariamente para hacer crecer el gremio y darle representatividad empezaron a dar sus frutos en estos años. Esa reestructuración, esas reformas organizativas, estructurales y económicas permitieron los actuales niveles de participación. Antes de la recuperación la base de afiliados era mayoritariamente de trabajadores nacionales, con muy pocos afiliados en las provincias. Hoy la pirámide está invertida. Hay una estructura de trabajadores provinciales, para cada una de las provincias, de trabajadores municipales, para cada una de las seccionales que están en pleno desarrollo, y menor proporción respecto al total de nacionales.
¿Cuándo asume la nueva conducción?
Ahora estamos en una etapa final, ya se han solicitado al Ministerio de Trabajo los certificados de autoridad, que tienen que estar llegando en estos días. En principio, los períodos de mandato vencen el 6 de noviembre. Esta semana se distribuyeron las distintas actas de proclamación para todas las provincias y seccionales, para que puedan asumir. La asunción de las nuevas autoridades se debería hacer entre el 6 y el 7 de noviembre.
Fuente: www.ateargentina.org.ar