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Desde 1978, cada 27 de junio se conmemora el Día del Trabajador y la Trabajadora del Estado en honor a la adopción del Convenio Nº 151 y la Recomendación Nº 159 por parte de la OIT, que garantizan el derecho a la negociación colectiva en el sector público.
En Argentina, esta jornada fue declarada no laborable por la Ley 26.876, sancionada en 2013 por iniciativa de ATE y la CLATE, y promovida por el entonces diputado Víctor De Gennaro. Su objetivo es reconocer la labor de quienes, desde el Estado, sostienen cotidianamente derechos esenciales como la salud, la educación, la justicia, el cuidado, la administración y la infraestructura.
Una decisión ilegal y simbólicamente grave
El anuncio del vocero presidencial Manuel Adorni de eliminar la fecha por decreto es, para ATE, un acto de amedrentamiento y autoritarismo, ya que una ley sólo puede ser modificada o derogada por el Congreso Nacional.
La medida se inscribe en un contexto de desmantelamiento del Estado, con más de 47.000 despidos desde diciembre de 2023 y una creciente precarización de servicios públicos que afectan directamente a millones de ciudadanos y ciudadanas.
Defender al Estado es defender la democracia
El intento de eliminar esta fecha es un nuevo ataque a la identidad colectiva de quienes sostienen el funcionamiento del Estado. Como expresó la antropóloga Rita Segato: “La identidad no está en el espejo, sino en la calle, en la palabra compartida, en el conflicto”.
ATE remarca que el Estado es el principal garante de derechos. Y donde hay un trabajador o trabajadora estatal, hay salud, educación, cuidado, seguridad, acompañamiento y políticas públicas.
¿A quién le sirve una sociedad sin memoria ni organización colectiva?
El gobierno de Javier Milei, con el respaldo de los medios hegemónicos, busca deslegitimar a quienes trabajan para el pueblo. Pero detrás de esa narrativa se esconde un objetivo claro: achicar el Estado para beneficiar a sectores concentrados del poder económico.
Desde ATE, reafirmamos: Sin Estado no hay derechos, y sin trabajadores estatales no hay Estado.
Seguiremos en la calle, organizados, defendiendo lo conquistado, por un Estado al servicio del pueblo y una democracia con justicia social.
