ATE Junín

Asociación Trabajadores del Estado

La CTA marchó en reclamo de castigo a los culpables de la masacre de Once

En la tarde del viernes, decenas de organizaciones sociales, políticas, sindicales y de Derechos Humanos marcharon junto a los familiares de las víctimas de la masacre de Once para exigir justicia y reclamar la reestatización del transporte público. La CTA estuvo presente de la mano de sus militantes y máximos referentes nacionales.

La concentración comenzó a las cinco de la tarde en el Congreso de la Nación. De a poco iban llegando las diferentes banderas: la CCC, los Estibadores Portuarios, el MST, ATE, la Junta Interna de ATE-Indec, la FUBA, el Movimiento Teresa Rodríguez, la CTA nacional, provincial y de la Ciudad, el Movimiento Nacional Ferroviario (MoNaFe), los trabajadores de los subterráneos, el PTS, delegados del ex ferrocarril Sarmiento. Las miles de personas marcharon bajo el sol de la tarde para encontrarse en Plaza de Mayo con los familiares de las víctimas de la masacre que el 22 de febrero dejó 51 muertos y más de 700 heridos en la estación de Once.

“Estamos acá para que se haga justicia porque creemos que tiene responsables claros, principalmente la concesionaria de trenes TBA por todo lo que se conoce, por la desinversión y la desidia y el Gobierno debería rectificar esta política ferroviaria de concesiones que viene desde la década menemista. Con esto quedó demostrado que es un fracaso que costó 51 muertos y más de 700 heridos”, dijo Ramón Duarte, maquinista del tren Mitre que todos los días hace el recorrido José León Suárez-Retiro.

El integrante del Movimiento Nacional Ferroviario agregó que su trabajo lo hace en unidades viejas que no reúnen las mínimas condiciones de seguridad. “por eso nosotros hacemos responsable a la Secretaría de Transporte, a TBA y a las complicidades de las direcciones ferroviarias, en el caso nuestro de La Fraternidad porque si tuviéramos un sindicato que defiende a los trabajadores hace tiempo que nos hubiéramos plantado frente a las concesionarias”.

El trabajador ferroviario señaló que el sistema de seguridad de señales es “deplorable; hay incendios a diario, descarrilamientos; es el colapso, nosotros lo decimos desde hace mucho tiempo. Las unidades tienen problemas de freno, de tracción. Los pasajeros están en psicosis”.

Con conocimiento de causa, Duarte añadió que otro de los grandes temas es que la carga no la tiene el Estado, sino las multinacionales Ferro Expreso Pampeano y la línea de Camargo Correa, por poner dos ejemplos. “Nosotros decimos hay que discutir y dar de nuevo en la política ferroviaria en el marco de un sistema integrado de transporte porque no sólo hay una crisis ferroviaria sino que hay una crisis de transporte”, concluyó Duarte mientras formaba parte de la gran columna humana que caminaba por la Avenida de Mayo.

“La Central se caracteriza por asumir las peleas en el marco de los reclamos universales y hay un dolor de nuestro pueblo que tiene que ver con lo sucedido en Plaza Once que ha ido condensando en bronca y reclamo concreto que dice basta de negociados, basta de corrupción, este modelo político mata y es necesario retomar la pelea por un ferrocarril estatal, bajo control de los trabajadores y los usuarios. El derecho a viajar es un derecho universal y debería ser garantizado por el Estado”, dijo Carlos Chile, secretario general de la CTA de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Como afirmó Duarte, lo que está en crisis es el sistema de transporte en la Argentina, Claudio Delecarbonara, conductor, delegado del Subte Línea B se sumó a esa caracterización: “Nosotros como trabajadores del transporte público, del subterráneo, igual que los compañeros ferroviarios que vienen hace años denunciando la crisis que sufre el transporte público en la Argentina, estamos aquí reclamando que los responsables que van desde el Gobierno Nacional pasando por el Gobierno de la Ciudad, las concesionarias, la Secretaría de Transporte y las burocracias de los sindicatos del transporte tienen que pagar por lo que ha sucedido no sólo en Once sino por lo que sucede cotidianamente donde millones de trabajadores que somos usuarios del transporte público tenemos que viajar peor que ganado en condiciones totalmente inhumanas y obviamente morimos trabajadores cuando hay accidentes, dejamos la vida mientras que las grandes empresas concesionarias siguen llevándose el dinero en fortunas inimaginables sin invertir un centavo”.

Tal como la consigna de la marcha, Dellacarbonara también afirmó que estaban reclamando la reestatización del servicio público bajo control de los trabajadores y los usuarios. “La falta de inversión no distingue entre medios de transporte, es la misma, los empresarios tienen el mismo espíritu de rapiña de llevarse todas las ganancias, los subsidios, la recaudación por venta de boletos sin invertir en lo más mínimo para que los trabajadores que dejamos cotidianamente nuestra vida para ganarnos nuestro salario podamos viajar y llegar vivos hasta nuestras casas y lugares de trabajo. Cuando hay un accidente de esta índole uno nota que la gente sufre. Esto pone de manifiesto de la peor manera esto que nosotros como trabajadores venimos denunciando que es la falta de interés total de las empresas y de los gobiernos de cómo viajamos los trabajadores. Esperemos que esto sirva, igual que esta marcha para que las empresas que están a cargo se vayan del transporte público y que realmente esté en manos de quienes realmente nos interesa que sea cómodo, eficiente y seguro”, finalizó Delecarbonara mientras caminaba al ritmo de la marcha.

“Yo utilizo el tren para ir hasta Once, de Moreno es lo único que tenemos, en realidad está el 57 pero sale 10 mangos y el tren sale 1,25. En Moreno subís sentada pero después se llena de gente y tenés la gente encima y mucha gente se mete por la ventana. Entre las 6 y las 9 de la mañana se viaja apretadísimos. Cuando cruza Castelar empieza a hacer ruidos, se queda, sale humo, se queman los cables, se nota que el funcionamiento es malísimo, se nota que hay problemas mecánicos todo el tiempo y llegar a Once es llegar tarde siempre, con demoras de más de 30 minutos. La vuelta es terrible”, comienza su relato Laura Alderete, usuaria del tren Sarmiento.

El día del choque Laura iba a tomar ese mismo tren a las 7,30 de la mañana pero por un problema de salud de su madre, se quedó en Moreno para acompañarla a la clínica. “Ese día yo tenía que estar en capital y me iba a tomar el tren de las 7,30 y llegar 8,30 pero mi mamá se descompuso a la noche y por eso me quedé para acompañarla a la clínica y ahí empezamos a ver el desastre, estuve a punto de tomar ese tren. Toda la comunidad de Moreno tiene un conocido que falleció, en Moreno hay 18 muertos”.

Entre las miles de personas que marcharon este viernes, estaba Norberto Rosendo, de la Comisión Nacional Salvemos al Tren: “Buscamos mantener viva la llama. Si esto pasa y la gente queda impune los pobres nos vamos a morir como moscas. Lo mismo que nos pasa en TBA nos pasa en los micros, en los subtes, en los aviones, en todos lados, los responsables tienen que ir presos si no estamos en el horno. El problema empezó con Duhalde con la Ley de Emergencia Ferroviaria que permitió a las empresas dejar de hacer mantenimiento sistemático”.

“Estamos reclamando el juicio y castigo para todos los responsables materiales y políticos del asesinato de los 51 familias y aparte estamos pidiendo una reestatización del servicio ferroviario. La idea es pedirle a la clase trabajadora y a todo el pueblo que nos acompañe y apretar obviamente con toda la sociedad, nosotros no podemos tener empresarios que se llenan los bolsillos y no ponen un peso en el servicio”, dijo Rubén Sobrero, dirigente gremial ferroviario de la ex Línea Sarmiento.

A su lado, Pablo Micheli, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina, acompañó: “La CTA está acá por la pelea de los compañeros del Sarmiento, la situación de la exigencia de la reestatización del servicio ferroviario y el tema de terminar con los subsidios a las empresas privatizadas para recuperarlas para el pueblo con control de los trabajadores ha sido una reivindicación también histórica de la CTA”.

La masiva marcha finalizó en Plaza de Mayo cuando las miles de personas que caminaron desde el Congreso se reunieron con los familiares de las víctimas del choque que el 22 de febrero dejó 51 muertos y más de 700 heridos.